Pagando sus deudas – Ensayo sobre Tyrion Lannister en Desembarco del Rey (4ª y última parte) | Los Siete Reinos

2022-11-14 15:00:51 By : Ms. Hannah Yu

Publicamos hoy la cuarta y última parte del extraordinario ensayo de Adam Feldman sobre Tyrion Lannister y su estancia en Desembarco del Rey en Choque de Reyes y Tormenta de Espadas. El autor es quizás el más destacado ensayista sobre Canción de hielo y fuego, siendo alabado por el propio George R.R. Martin por sus textos sobre el Nudo de Meereen. El texto ha sido traducido gracias al amigo Javier Gómez.

Todos los elementos anteriores- el pragmatismo de Tyrion, su comprensión de la moralidad del poder, su deseo de ser amado, su lado vengativo y el seguir los pasos de su padre- se juntan para crear una potente mezcla en la línea argumental de Tyrion en Tormenta de Espadas. Martin diseña el arco de Tyrion como una serie de rechazos, humillaciones y traiciones a Tyrion que parecen no tener fin por parte de cualquier persona a la que haya amado o de la que haya esperado aprobación.

Y el propósito del arco es colocar a Tyrion en un lugar mental donde pueda prometer que ejercerá una venganza implacable sobre Poniente. El arco se resume simbólicamente en este breve incidente:

Había niños que subían por las grandes estructuras de madera, encaramándose como monos vestidos de tela basta para posarse en las catapultas y gritarse unos a otros.

-Recuérdame que le diga a ser Addam que aposte a unos cuantos capas doradas aquí- le dijo Tyrion a Bronn mientras cabalgaban entre dos de los trabuquetes-. Puede que algún niño idiota se caiga y se parta la espalda- Desde arriba se oyó un grito, y un puñado de excrementos cayó al suelo a menos de un metro de ellos. La yegua de Tyrion piafó y casi lo derribó-. Pensándolo bien…- dijo cuando hubo conseguido controlar al caballo-, deja que esos críos picados de viruelas se estampen contra los adoquines como melones demasiado maduros.

(Tormenta de Espadas, Tyrion IV)

Después del Aguasnegras, Tyrion quiere ser reconocido por su hábil liderazgo, y busca la aprobación tanto de la gente de Desembarco del Rey como de Tywin. No consigue ninguna de las dos:

-Esa cadena vuestra fue muy astuta- había dicho Mace Tyrell en tono alegre.

-Así es, así es, mi señor de Altojardín habla por todos nosotros- había dicho lord Redwyne con voz muy alegre mientras asentía.

“Decídselo a los habitantes de la ciudad”, pensó Tyrion con amargura. “Decídselo a los putos bardos, con sus canciones sobre el fantasma de Renly.”

(Tormenta de Espadas, Tyrion III)

-Y tú quieres tu propia recompensa, ¿no es eso? Muy bien. ¿Qué quieres de mí? ¿Tierras, un castillo, algún cargo?

-Un poco de puta gratitud estaría bien para empezar. […] ¿Qué es lo que quiero, preguntas? Te diré lo que quiero. Quiero lo que es mío por derecho. Quiero Roca Casterly.

Los ojos de lord Tywin eran de un color verde pálido moteado de oro, tan luminosos como inmisericordes.

-Roca Casterly- declaró en tono plano, frío y muerto-. Nunca.

La palabra quedó colgada entre ellos, grande, afilada, envenenada.

(Tormenta de Espadas, Tyrion I)

Como no consigue recibir reconocimiento, vuelve a caer en su verdadero deseo, el amor. Le conciertan el matrimonio con Sansa y empieza a soñar con que ella lo ame. Pero tiene miedo de que nadie lo ame nunca porque es un enano:

“La quiero”, se dio cuenta. “Quiero Invernalia, sí, pero también la quiero a ella, niña, mujer o lo que sea. Quiero consolarla. Quiero oírla reír. Quiero que venga a mí por su propia voluntad, que me traiga sus alegrías, sus penas y su lujuria.” Su boca se retorció en una sonrisa amarga. “Sí, y también quiero ser tan alto como Jaime y tan fuerte como ser Gregor la Montaña, para lo que me va a servir”

(Tormenta de Espadas, Tyrion IV)

Pero Sansa responde con la misma palabra que utilizó Tywin: “Nunca.”

Tuvo que hacer uso de todo su valor para mirarle a aquellos ojos dispares y decir:

– ¿Y si no quiero nunca, mi señor?

– ¿Nunca? – Su boca se torció como si lo hubiera abofeteado.

(Tormenta de Espadas, Sansa III)

Y después del envenenamiento de Joffrey, de que metan preso a Tyrion y de la desaparición de Sansa, Tyrion decide que lo ha traicionado y llega a la conclusión de que nunca encontrará el amor:

Sansa debía de haberlo envenenado. Joff prácticamente le puso la copa en el regazo, y le había dado muchas razones para hacerlo. Cualquier duda que Tyrion hubiese podido tener se había desvanecido junto con su esposa. “Una sola carne, un solo corazón, una sola alma.” Retorció la boca. “No perdió el tiempo en demostrar cuánto le importaban esos votos, ¿a que no? Bueno, ¿y qué te esperabas, enano?”

(Tormenta de Espadas, Tyrion IX)

En el juicio, lo que parece ser todo el populacho de Desembarco del Rey se vuelve contra Tyrion con una serie de acusaciones y mentiras que lo implican en un crimen que no cometió. La traición final es la de Shae, que no sólo miente para incriminarlo sino que añade una dosis de burla humillante que convierte a Tyrion en un hazmerreír:

-Solía hacer que le dijera lo grande que era. Tenía que llamarlo “mi gigante, mi gigante de Lannister”.

Osmund Kettleblack fue el primero en reírse. Boros y Meryn se le unieron, y luego Cersei, ser Loras y más señores y damas de los que podía contar. La súbita oleada de carcajadas hizo que las vigas resonaran y sacudió el Trono de Hierro.

-Es verdad- protestó Shae-. Mi gigante de Lannister.

La risa sonó el doble de alta. Sus bocas estaban retorcidas en muecas de diversión, sus tripas se agitaban. Algunos se reían tanto que les salían mocos de las fosas nasales.

(Tormenta de Espadas, Tyrion X)

El rechazo de Shae es la gota que colma el vaso. Lleno de rabia y resentimiento, Tyrion llega a la conclusión de que todo el mundo, de su padre para abajo, lo detesta porque es un enano:

“Yo os salvé a todos”, pensó Tyrion. “Salvé esta mierda de ciudad y todas vuestras inútiles vidas”. En la sala del trono había cientos de personas, y cada una de ellas se estaba riendo, salvo su padre. O eso parecía. Hasta la Víbora Roja reía a carcajadas, y parecía que a Mace Tyrell se le iban a salir las tripas, pero lord Tywin Lannister estaba sentado entre ellos como si estuviera esculpido en piedra, con los dedos apoyados debajo de la barbilla.

Tyrion dio un paso adelante.

-De la muerte de Joffrey soy inocente. Soy culpable de un crimen más monstruoso- Dio un paso hacia su padre-. Nací. Viví. Soy culpable de ser un enano, lo confieso. Y sin importar cuántas veces me haya perdonado mi buen padre, he persistido en mi infamia.-Esto es una locura, Tyrion- declaró lord Tywin-. Habla del tema que nos ocupa. No se te está juzgando por ser enano.

-Ahí es donde te equivocas, mi señor. Se me ha estado juzgando por ser enano toda mi vida.

– ¿No tienes nada que decir en tu defensa?

-Nada salvo esto: yo no lo hice. Pero ahora desearía haberlo hecho- Se dio la vuelta para mirar a la sala, a ese mar de rostros pálidos-. Desearía tener veneno suficiente para todos vosotros. Hacéis que me arrepienta de no ser el monstruo que querríais que fuera, pero ahí está.

(Tormenta de Espadas, Tyrion X)

Finalmente, después de que Tyrion pierda su juicio por combate, Martin decide retorcer el cuchillo una vez más. Por última vez, balancea frente a Tyrion la posibilidad de que alguien lo quiera cuando Jaime lo rescata. Pero luego le arrebata dicho amor revelando que Jaime fue cómplice del trauma más profundo de Tyrion:

-No era ninguna puta. Nunca la compré para ti. Eso fue una mentira que padre me ordenó contarte. Tysha era… era lo que parecía ser. La hija de un artesano con la que nos tropezamos en el camino por accidente.

Tyrion podía oír el débil sonido de su propia respiración, como un silbido hueco a través de la cicatriz de su nariz. Jaime no podía mirarlo a los ojos. Tysha. Intentó recordar cómo era. “Una niña, sólo era una niña, de la misma edad que Sansa.”

-Era mi esposa- graznó-. Se casó conmigo.

(Tormenta de Espadas, Tyrion XI)

A Tyrion le duele más que nada descubrir que el amor que Tysha sentía por él era real, pero que ahora ha desaparecido para siempre. Como se le han negado para siempre el amor, la felicidad y el respeto, todo aquello a lo que puede aspirar Tyrion es la venganza.

Le pegó. Fue una bofetada de revés, pero concentró en ella todas sus fuerzas, todo su miedo, toda su rabia, todo su dolor. Jaime estaba en cuclillas, sin equilibrio. El golpe lo mandó trastabillando hacia atrás hasta que cayó al suelo.

-Supongo… supongo que me lo he ganado.

-Oh, te has ganado más que eso, Jaime. Tú y mi dulce hermana y nuestro amante padre, sí, ni siquiera puedo empezar a decirte lo que os habéis ganado. Pero lo tendréis, eso os lo juro. Un Lannister siempre paga sus deudas.

(Tormenta de Espadas, Tyrion XI)

Y empieza a hacerlo no sólo consiguiendo dicha venganza- asesinando a Shae por su traición y luego a Tywin- sino también siguiendo el ejemplo de su padre al hacerlo.

-No… no eres… hijo mío.

-Ahí es donde te equivocas, padre. De hecho, soy tu viva imagen, pero en pequeño.

(Tormenta de Espadas, Tyrion XI)

Tyrion empezó su estancia en Desembarco del Rey jurando hacer justicia, y la acabó decidiendo ser Tywin.

Dado que el hecho de que Tyrion acepte la personalidad de Tywin es crucial para el futuro de la saga, vale la pena aclarar un punto sobre quién es realmente Tywin Lannister. Tywin da la sensación de usar métodos brutales únicamente porque es pragmático, pero hay razones para dudar de esto. Aquí califica de necesario el asesinato de los hijos de Rhaegar:

-Lejos de mí cuestionar tu astucia, padre, pero si yo hubiera estado en tu lugar, creo que habría dejado que Robert Baratheon se manchara las manos de sangre.

Lord Tywin lo miró fijamente, como si hubiera perdido el juicio.

-Entonces es que te mereces ese traje de bufón. Fuimos los últimos en unirnos a la causa de Robert. Era necesario demostrar nuestra lealtad. Cuando puse esos cuerpos ante el trono, nadie pudo dudar de que habíamos renegado de la Casa Targaryen para siempre.

(Tormenta de Espadas, Tyrion VI)

Y desecha la violación y el asesinato de Elia Martell calificándolo de exceso lamentable con el que él no tuvo nada que ver:

Su padre se encogió de hombros.

-Fue demasiado brutal, te lo concedo. Elia no tendría que haber sufrido ningún daño, eso fue una pura locura. Por sí sola no era nada.

-Entonces ¿por qué la mató la Montaña?

-Porque no le dije que le perdonara la vida. A decir verdad, dudo que la mencionara siquiera. Tenía preocupaciones más acuciantes. La vanguardia de Ned Stark se estaba apresurando hacia el sur desde el Tridente, y yo temía que tuviéramos que llegar a cruzar espadas. Y Aerys quería matar a Jaime sin más causa que el rencor. Eso era lo que yo más temía. Eso y lo que Jaime pudiese hacer- Cerró la mano en un puño-. Todavía no sabía lo que tenía con Gregor Clegane, sólo que era gigantesco y terrible en la batalla. La violación… ni siquiera tú puedes acusarme de dar esa orden, o eso espero.

-Ser Amory fue casi igual de brutal con Rhaenys […]- Retorció la boca con asco-. Él tuvo la sangre.

“Pero tú no, padre. Tywin Lannister no tiene sangre”

(Tormenta de Espadas, Tyrion VI)

Esta es la imagen que Tywin busca proyectar: duro como la piedra, pragmático, implacable y no guiado por ningún instinto bajo como la sed de sangre. Pero casi al final de Tormenta de Espadas, Martin decide socavar el automito de Tywin. Con la revelación tardía de que quien está en la cama de Tywin es Shae, nos enteramos de que a Tywin lo guía la lujuria de forma absoluta.

Tywin corre un riesgo absurdo e hipócrita al dormir con Shae porque ahora toda la corte sabe que es la puta del Gnomo. Si se enteraran de una historia tan lasciva, arruinaría inmediatamente la imagen de sí mismo que Tywin se ha pasado décadas intentando construir. Su imagen pública de autodominio completo era simplemente una mierda, tal y como Martin lo enfatiza simbólicamente dos veces:

Pero la peste que llenó el retrete le dio la mayor evidencia posible de que el chiste tantas veces repetido sobre su padre sólo era otra mentira. Obviamente, lord Tywin Lannister no cagaba oro.

(Tormenta de Espadas, Tyrion XI)

El señor de Roca Casterly era una figura tan impresionante que fue muy extraño cuando su corcel dejó caer una montaña de excrementos al pie del trono.

(Choque de Reyes, Sansa VIII)

Oberyn sugiere que, cuando Tywin dice que no tomó parte en el destino de Elia, eso también es una mierda:

–Ya os he contado la bienvenida que nos encontramos en Roca Casterly. Lo que no os conté fue que mi madre esperó tanto como fue decente y luego habló con vuestro padre sobre nuestro propósito. Años después, en su lecho de muerte, me dijo que lord Tywin nos había rechazado de mala manera. Le dijo que su hija se casaría con el príncipe Rhaegar, y cuando le pidió que comprometiera a Jaime con Elia os ofreció a vos en su lugar.

-Oferta que ella consideró un insulto.

-Es que lo era. Hasta vos tenéis que reconocerlo.

-Claro- “Todo va muy atrás”, pensó Tyrion, “con nuestras madres y nuestros padres, y con sus padres y sus madres antes que ellos. Somos marionetas que bailan sujetas por los hilos de los que estaban antes que nosotros, y un día nuestros propios hijos tomarán nuestros hilos y bailarán en nuestros lugares”-. Bueno, al final el príncipe Rhaegar se casó con Elia de Dorne, no con Cersei Lannister de Roca Casterly. Así que parece que esa partida la ganó vuestra madre.

-Eso creía ella- asintió el príncipe Oberyn-, pero vuestro padre no es hombre que olvide ofensas como esa. Les enseñó esa lección una vez a lord y lady Tarbeck y a los Reyne de Castamere. En Desembarco del Rey se la enseñó a mi hermana.

(Tormenta de Espadas, Tyrion X)

Oberyn cree que Tywin ordenó deliberadamente que violaran y asesinaran a Elia por venganza, porque fue ella y no Cersei quien se llevó la mano de Rhaegar. La dramática situación de esta revelación, casi al final de Tormenta de Espadas, me lleva a creer que tiene toda la razón, y que Tywin le estaba mintiendo a Tyrion en la cara cuando negó tener cualquier responsabilidad en ello.

Tywin Lannister sí que tenía sangre, por supuesto que la tenía. Y este deseo de venganza lo llevó más allá del pragmatismo hacia una crueldad y una brutalidad de las que no había ninguna necesidad. Cuando Tyrion intente conseguir su venganza en futuros libros, tendrá que enfrentarse a la cuestión de si realmente debería aceptar el legado de Tywin.